ESTER

En el libro de Ester encontramos dos redacciones distintas, una en hebreo y otra ampliada en griego. La primera va del capítulo 1 al 10,3. La segunda redacción además de traducir el texto hebreo, hace pequeños retoques y añade los capítulos del 10,4 al 16,24. Esta segunda redacción trata de mostrar que Dios se preocupa de su pueblo aunque este esté fuera de la tierra prometida.

Muchos judíos no volvieron del exilio a Jerusalén, se quedaron en Babilonia donde habían rehecho su vida. Entre los judíos que se quedaron en la diáspora se encuentra Mardoqueo y su prima, a la que había cuidado como a su hija, Ester.

 El rey Asuero (Artajerjes en la versión griega) da una fiesta, invita a su esposa la reina Vasti y como no asiste a la fiesta el rey la repudia (Est. 1,15-20). Se convoca a todas las jóvenes más guapas y vírgenes para que el rey eligiese a la nueva reina, entre estas jóvenes se encontraba Ester a la que el rey elige como reina. Ella no había dicho nada de su condición de Judía (Est.2,10) Mardoqueo era empleado de palacio, se entera de una conjura contra el rey y avisa a Ester que informa al rey en nombre de Mardoqueo.

El rey da un alto cargo a Amán y como reconocimiento de su rango todos debían arrodillarse cuando él pasaba. Mardoqueo no se arrodillaba porque solo  lo hacía ante Dios, esto le irritó tanto a Amán que decidió exterminar a toda la raza judía (Est.3,5-6). Amán después de hablar al rey mal de los judíos le pide que los extermine porque son un peligro para el imperio, el rey autoriza a que haga lo que quiera. Manda cartas a todos los pueblos con la orden de matar a todos los judíos el mismo día (Est.3,13).

Cuando se entera Mardoqueo, recorre la ciudad con llantos y gritos de dolor. Ester se entera de lo que le sucede y se informa por que está tan apenado. Manda decir que todos los judíos ayunen y hagan oración por tres días y ella se presentará ante el rey para interceder por su pueblo (Est. 4, 15-17) La reina Ester al acercarse al rey sin haber sido llamada se exponía a morir, según la ley persa de aquí su temor. El rey la perdona y ella le invita a él y a Amán a un banquete.

Amán no soporta a Mardoqueo y se propone eliminarlo. Levanta un patíbulo y decide que al día siguiente se lo dirá al rey que se le cuelgue. Esa noche el rey no pudo dormir y al leer los anales lee cuando Mardoqueo descubrió la conjura contra él y descubre que no se le recompensó. Manda llamar a Amán y le pregunta que como debe tratarse a un hombre al que el rey quiere honrar, pensando que se refiere a él propone una forma fastuosa y el rey le pide que lo haga con el judío Mardoqueo (Est.6)

La reina da otro banquete para el rey y Amán y cuando el rey le pregunta que desea, ella le pide que salve su vida y la de su pueblo, explicando lo que ha decidido hacer Amán con su pueblo. El rey le manda colgar en lugar donde iba a colgar a Mrdoqueo (Est. 7, 7-10)

Como los decretos reales eran irrevocables, el rey da a Mardoqueo el cargo de Amán para que redacte un decreto que pueda salvar a los judíos. En el decreto se autoriza a los judíos para que defiendan su vida y exterminen a aquellas personas que los ataquen con armas.

Mardoqueo anota estos acontecimientos y pide que se recuerde celebrando la fiesta del “purín” como recuerdo de este suceso y para que el pueblo recuerde que es Dios el que siempre está al lado de su pueblo y le ayuda ante las dificultades. No es necesario estar en la tierra prometida para que Dios actúe y ayude a su pueblo.

PARA REFLEXIONAR

1.- ¿Cómo es la reina de Ester? ¿Qué descubrimos en ella?

2.- ¿Qué nos enseña el libro de Ester?