sábado, 5 de febrero de 2011

SALOMÓN Y LA DIVISIÓN DEL REINO

Siendo ya anciano el rey David, se presenta una gran rivalidad entre dos de sus hijos Adonías y Salomón. Adonías da un banquete para las personas que le apoyan paro no invita a su hermano Salomón ni al profeta Natán ni al sacerdote Sadoc. Estos informan a Bebsabé para que interceda ante David y nombre a Salomón su sucesor. Salomón es nombrado rey y su hermano pide que le perdone la vida, lo hace pero más adelante Salomón manda matar a su hermano Adonías y a sus seguidores.

Divide el reino en provincias para ser gobernada mejor pero la división de las provincias no coincide con la división de las tribus para evitar que se levanten contra él ya que la unión del reino no estaba consolidada. Como su padre trataba de agradar a Dios, por ello construyó el templo de Jerusalén para albergar el Arca de la Alianza. También edificó un palacio.

Le visita la reina de Saba para probar su sabiduría mediante enigmas y quedó satisfecha de la sabiduría. Es probable que fuese para entablar relaciones comerciales. Satisfecha de todo lo que había visto y oído le ofreció a Salomón grandes y numerosos regalos (1Re.10, 10-13).

Salomón tuvo setecientas mujeres con rango de princesas y trescientas concubinas. A pesar de la advertencia de no casarse con mujeres extranjeras porque le llevaría a adorar a otros dioses, Salomón no hizo caso y en su ancianidad adoró a los dioses que tenían sus mujeres y construyo altares para ellos. Dios le dice que por no ser fiel a la alianza su reino se dividirá. Salomón no fue un rey guerrero como su padre, fue más bien un gran diplomático para mantener la paz con los pueblos vecinos.
 
A la muerte de Salomón le sucedió su hijo Roboan que no siguió los consejos de los ancianos poniendo un yugo más pesado al pueblo. El reino se divide en dos: el reino del norte llamado Israel cuya capital fue Samaria formado por diez tribus y gobernado por Jeroboan al que nombraron rey. El reino del sur se llamó Judá y su capital fue Jerusalén gobernado por el rey Roboan, hijo de Salomón.

Jeroboan tenía miedo de que su reino se uniera al del sur, así que movió al pueblo para que adorase a dioses falsos y así no tener que ir a adorar al verdadero Dios a Jerusalén. Un hombre de Dios profetiza contra el altar de estos dioses y la casa del rey será exterminada.

Roboan hijo de Salomón y rey de Judá se separó del camino del Señor. Egipto ataca y saquea el templo de Jerusalén llevándose todos sus tesoros. A su muerte le sucede su hijo Abiyyan que reina tres años haciendo el mal a los ojos de Dios. Estuvo en guerra con el reino del Norte. Le sucede en el trono su hijo Asá que reina cuarenta años (1Re.15, 9-11) fue fiel al Señor destruyendo todos los ídolos. Seguía la guerra contra el reino del Norte, hace alianza con Asiria e Israel se retira por temor. A Asá le sucede su hijo Josafat que hizo todo lo que le agrada a Dios.

Tanto en el reino de Israel como en el de Judá, al narrar los hechos de sus reyes siempre aparece la “coletilla”  “hizo todo lo que desagrada a Yahvé” o  bien “hizo todo lo que es recto a los ojos de Yahvé”. Esto se debe a que el autor del libro como la mentalidad de aquella época pensaba que todo lo que sucedía era por la intervención de Dios. Por ello cuando sucedía algo malo se achacaba al castigo de Dios por el mal comportamiento que tiene el rey y el pueblo.

Los gobernantes del reino del Norte muestran la ambición y deseo de poder, por ello matan para conseguirlo. Fue un reino de maldad y de sangre así que sucumbió antes que el reino del sur.

PARA REFLEXIONAR

1.- ¿Qué podemos decir del rey Salomón?

2.- ¿Puede la ambición de poder cambiar a los hombres?

3 comentarios:

  1. Siendo Salomón un hombre tan sabio, y eso es lo que normalmente se recuerda, su arranque fue de fratricidio y s final de Idólatra. Lo que mal empieza, mal acaba si no se vuelve a Dios.

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  2. La inteligencia no es garantía de sabiduría, y vemos que la misma sabiduría no es garantía de ser sabio en el tiempo. Salomón dejo que su corazón se fuese en pos de las mujeres a las que se unió y eso fue su perdición, los hombres nos equivocamos, debemos descansar nuestra sabiduría en Dios y saber que somos fácil blanco del error.

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  3. La inteligencia no es garantía de sabiduría, y vemos que la misma sabiduría no es garantía de ser sabio en el tiempo. Salomón dejo que su corazón se fuese en pos de las mujeres a las que se unió y eso fue su perdición, los hombres nos equivocamos, debemos descansar nuestra sabiduría en Dios y saber que somos fácil blanco del error.

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