sábado, 15 de enero de 2011

JEFTÉ Y SANSÓN

A la muerte de Gedeón el pueblo vuelve a caer en la idolatría. Su hijo Abimelec y de una concubina se hace nombrar rey, para evitar la oposición de su familia mata a sus setenta hermanos (Jue. 9,5) Se salva de la matanza el hermano pequeño Yotán, que proclama lo que hizo su hermano por ambición y el deseo de poder (Jue.9, 7-21). No fue un juez, se le nombra por ser hijo de Gedeón y solo se le recuerda por la matanza que realizó.  Éste representa una autosufiencia tal que obra según criterios personales. Este comportamiento choca contra el sentir divino que se hace presente en la fábula de Yotán.

Reinó tres años. Pero una revolución motivada por los que le apoyaron para subir al trono hace que parte de pueblo se oponga a él. Destruye Siquen y mata a todos sus habitantes. Al asediar una torre y tratar de incendiarla, una mujer le tira una rueda de molino y le parte el cráneo, antes de morir pide a su servidor que le clave una espada para no ser recordado como el rey que fue muerto por mano de una mujer. La dinámica de violencia desencadenada por Abimelec recae al final sobre sí mismo. Literariamente es un capítulo que contiene una variedad de escenas que el narrador ha sabido armonizar por medio de contrastes y tensiones, formando un relato unitario sobre Abimelec.

El pueblo de Israel vuelve a adorar a otros dioses olvidándose de Yahvé. Son oprimidos por los amonitas y filisteos durante 18 años. El pueblo clama a Yahvé y Dios les recuerda lo que ha hecho por ellos y como se lo han pagado (Jue.10,11-16) Pero Dios ama a su pueblo y suscita un nuevo juez: Jefté.

Jefté era un valiente guerrero hijo de Galaad y una prostituta. Cuando los hijos de Galaad crecieron echaron de la casa a Jefté para que no tuviera parte de la herencia familiar. Tuvo que huir de la casa y se unió a una banda de forajidos. Después de haber sido atacada la ciudad por ammonitas, los ancianos buscaron a Jefté para que los acaudillara y les nombraron jefe con todas las atribuciones de un rey.

Jefté se enfrenta a los ammonitas, pero antes hace un voto a Yahvé, el de sacrificar a la primera persona que salga de la casa cuando vuelva victorioso. Consigue la victoria y la persona que sale de su casa es su única hija. Yahvé estaba con él (Jue.11,29), sin embargo Jefté hace ese voto porque su fe no es suficiente, quiere asegurarse la victoria.

En el capítulo 12 se relata el enfrentamiento de Jefté con la tribu de Efraín por la supremacía, se manifiesta la ambición por el poder. Jefté gobernó seis años.

El pueblo vuelve a caer en lo que desagrada a Dios y caen en poder de los filisteos durante cuarenta años. Surge un nuevo juez: Sansón.

Sansón nace en la tribu de Dan, su madre era estéril, es consagrado a Dios desde el seno materno como nazireato, es decir, no se cortará el pelo, no comerá comida impura ni beber ninguna bebida fermentada. Al niño lo bendijo Yahvé. Sansón es el hombre de las contradicciones: fuerte con el enemigo, prisionero de sus pasiones.

Mata con sus manos a un león. Se enamora de una mujer filistea con la que se casa, a los invitados les propone un acertijo y la mujer le sonsaca la solución para dársela a su pueblo, Sansón enfurecido se marcha. Incendia la mies de los filisteos atando antorchas a la cola de trescientas zorras. En represalia los filisteos atacaron a Judá si no entregaban a Sansón, le entregan pero cuando van a cogerle con una quijada de asno mata a mil hombres.

Se enamora de Dalila que trata de descubrir de donde le viene la fuerza, al final le dice que su cabeza no ha sido tocada por la navaja. Le corta el pelo y es apresado por los filisteos.

De ser el consagrado de Dios para salvar a su pueblo del enemigo pasará a ser la humillación y la irrisión de los filisteos cuando le vean tirar de la noria como un animal (Jue 16,21). Sansón es el hombre vocacionado que se empeña en negar lo que es. No deja lugar a Dios en su vida y con su comportamiento destruirá la misión. 
El distintivo propio del personaje es su fuerza sobrehumana, también es un hombre débil, seducido, engañado y utilizado. Retadora y vanidosamente ha alardeado de su libertad y su fuerza ante los enemigos de Israel manteniendo oculta su verdad más profunda, que la fuerza no es suya sino de Dios. 

Le sacan los ojos se burlan de él, y en la fiesta que dan en el palacio le atan a dos columnas, pide ayuda a Dios y derriba las columnas matando a más filisteos que en toda su vida.
Es significativo que en el abandono total, a causa de su pecado, la fuerza bruta le lleva a ser utilizado como un animal. La esclavitud en la prisión, con los ojos vaciados, moviendo el molino lo humilla aún más por ser este un trabajo propio de animales o esclavos, nunca de hombres libres. El hombre temido pasa a ser objeto de burla.

Su talante violento e impulsivo, caprichoso e infiel parece más preocupado en dar rienda suelta a sus instintos y solucionar sus asuntos con los enemigos a toda costa que ser fiel a su vocación. Su infidelidad es un querer hacer su vida al margen de la misión que Dios le ha encomendado.

La historia de Sansón es la historia del pueblo. Su pecado le acarrea su propia ruina pero Dios se va a servir de la debilidad de su consagrado para manifestar su perdón, su paciencia y su gracia. Sansón derrotado invoca desde su total pobreza al Dios de sus padres. En la oración Sansón recobra su fuerza porque ha vuelto a su verdadero origen, Dios, y ha recuperado su verdad. A Sansón le crece el pelo (Jue 16,21-22) y con él la conciencia que nunca debió perder. Ahora no es el superhombre confiado en sus fuerzas que desprecia a su Señor sino que, por el contrario, es el signo vivo de la fuerza de Dios cercano y liberador. Sansón no es un santo, sino un hombre frágil e ingenuo, débil y quebradizo como un niño que sólo en el Señor encuentra su fuerza.

PARA REFLEXIONAR

1.- ¿Qué vemos de positivo en la figura de Jefté y de negativo?  Jueces 10, 11, 12

2.- ¿Qué hay de positivo en la figura de Sansón y qué de negativo? Jueces 13, 14, 15, 16



1 comentario:

  1. Llevo algun tiempo pendiente del trabajo que el grupo de "Estudio y Reflexión" realiza todas las semanas. Me gustaria poder compartir con vosotros estos estudios, ya que me parecen muy interesantes. A la hora que vosotros os reunis, las siete de la tarde, me es imposible acudir, ya que desde hace algún tiempo me pusieron el turno de tarde. Os sigo con mucho interes, siempre he tenido cierta inclinación por conocer la Biblia que me parece un libro apasionante y nunca tuve la oportunidad de integrarme con personas que la estudiasen.Imagino que tambien teneis un coloquio. Si no es mucho pedir quisiera me informaseis. Muchas gracias. Susana.

    ResponderEliminar