sábado, 27 de noviembre de 2010

MOISÉS

En Egipto sube al poder un faraón que no recuerda a José, solo ve que los hebreos se han multiplicado y pueden representar un peligro para Egipto. Les impone duros trabajos y pide a las parteras de las mujeres israelitas que maten a los niños cuando nazcan, pero ellas no obedecen. El faraón dio la orden que a todo niño que nazca de las mujeres israelitas sea echado al río. Una mujer de la tribu de Leví da a luz un niño y después de tres meses de tenerle oculto prepara una canasta para dejarlo en el río. La hija del faraón lo adopta, le pone el nombre de Moisés que significa “salvado de las aguas”

Cuando Moisés mata a un soldado por defender a un israelita al que estaba maltratando, huye a Madían, habitado por tribus nómadas emparentadas con Abrahán. Allí conoce a Jetró que era sacerdote del dios "Yaw". Moises ve en este dios el mismo que el Dios de sus padres y sintoniza religiosamente con este pueblo. Se casa con Séfora una de las hijas de Jetró. Moisés se queda como pastor del rebaño de su suegro.

En el monte Horeb también conocido como Sinaí se le aparece el ángel del Señor en medio de una zarza. Fue en este lugar donde Moisés tiene su profunda experiencia religiosa (3,1-6). En esta escena se pone de relieve la importancia del lugar sagrado. Moisés no iba directamente en busca de Dios, Éste irrumpió de repente sobre él. La primera reacción de Moisés es de sorpresa y curiosidad, cuando Dios se presenta se cubre el rostro por temor ya que ver a Dios equivalía a morir. Cuando Dios le llama, su respuesta es “aquí estoy” es una respuesta de disponibilidad y escucha. Le pide que se descalce, es una actitud de preparación para acoger la palabra de Dios, es un esfuerzo y desprendimiento para acoger la Palabra.

Dios le pide a Moisés que libere a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Moisés pone pegas para realizar esta misión (Ex3,11-4,17), no es un héroe valiente, tiene miedo de enfrentarse al faraón. Dios se da a conocer. Su nombre es traducido como “el que Soy”. Yahvé es el presente por excelencia, luego los otros dioses son los ausentes. En consecuencia Yahvé es el único Dios. Cuando le soluciona todas sus dudas vuelve a Egipto y se encuentra con Aarón que será su portavoz. El faraón no accede a dejar ir a los israelitas a adorar a su Dios al desierto y endurece sus trabajos.

Las plagas son una recopilación de fenómenos naturales que se dan en Egipto, el autor los ha unidos todos y aumentado para resaltar el poder de Dios. En la tercera aparecen los magos de Egipto que no pueden hacer nada, Dios es más poderoso (Ex 8,14-15) En la cuarta, el faraón accede con condiciones. A Dios no se le pueden poner condiciones (8,21-24) (10,8-11) (10,24-26) por ello no acepta Moisés.

El anuncio de la última plaga viene seguido de la celebración de la Pascua (capítulo 12), esta se tiene que comer de pie y preparados como si se fuese a partir de viaje, es algo simbólico para decir que la liberación está cerca, es inminente. El pan sin levadura indica también la urgencia que se tiene para que se haga realidad la liberación. El comer hierbas amargas es el recordatorio de las amarguras que da la esclavitud y no se vuelva a caer en ella. Y lo más importante es la sangre del cordero la que salvará al pueblo de Israel de la muerte.

En Mará encuentran aguas amargas y no pueden beber, el pueblo murmuró contra Moisés (15,24-25), el agua se hace potable. Vuelven a quejarse a Moisés por falta de alimento (16,2-5). Las quejas no es solo por la falta de alimento, también es por falta de fe. Les da de comer maná y codornices, ser alimentado por otro no es condición de hombre sino de niño, es un pueblo que no está preparado para vivir en la libertad. Las necesidades materiales suscitan problemas de fe (17,2-7).

Los amalecitas fueron enemigos tradicionales de los israelitas, es la primera batalla, es el preludio de otras que tendrá que librar a lo largo de la historia. Este pasaje resalta la oración intercesora de Moisés (17,8-13)

En el monte Sinaí Dios se manifiesta a Moisés en una nube (19,16). La nube nos recuerda que no podemos apoderarnos de Él a través de la vista. La nube impide ver pero permite escuchar. Es la manera simbólica de decirnos que Dios queda fuera de la posibilidad de ser, manipulado y convertido en un ídolo. Dios da a Moisés las leyes y normas para poder convivir mejor entre los hombres y Dios. Entre las leyes se encuentra la ley del talión (21,24), en aquella época fue una ley bastante progresista, con el paso del tiempo se consideró imperfecta y Jesús la supera con el mandamiento del amor.

Cuando Moisés está en la cumbre del Sinaí, el pueblo, que no sabe vivir solo duda y busca un Dios que pueda ver, manipular. Se construye un becerro de oro. Así han roto la alianza con Dios (capítulo 32) Moisés castiga al pueblo e intercede ante Dios por él.

Moisés pide ver la gloria del Señor (33,18-23), solo le muestra sus efectos. La faz radiante de Moisés quiere decirnos que el Señor estaba con él (34,29-33)

Otro pasaje del desierto es el de las serpientes (Núm21,4-9), hacen una serpiente de bronce para mirarla todo aquel que era picado por una y se curaba. En Oriente la serpiente era considerada como un animal de vida. En época de Salomón se adoraba a la serpiente y se la incensaba.

Moisés envía unos exploradores a la tierra prometida (Núm13) vuelven con una información pesimista, con ello están demostrando su falta de fe en los planes salvíficos de Dios. Como consecuencia Dios ve que todavía no están preparados para vivir en libertad, se quedarán 40 años en el desierto (Núm14,38) y los que dudaron de la salvación no entrarán en la tierra prometida. De esta forma el pueblo de Israel va a ir descubriendo al verdadero Dios, va a fortalecer la fe y va a aprender a vivir en libertad.

PARA REFLEXIONAR

1.- Similitudes y diferencias entre la pascua judía y la pascua cristiana
2.- Leer Ex.15,1-19 ¿Qué quiere expresar este cántico?
3.- ¿Qué vemos como deficiente hoy día en este cántico?

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